Un final feliz
28-12-2016

Más y más agradecimientos

Hace unos días, ya de vacaciones, mi “amado” asistente me llama para preguntar si no pensaba escribir para fin de año, le respondí que tal vez en el otoño austral vuelva a escribir algo, lo cual le provocó un fastidio importante, a tal punto que esa tontera sagitariana se borró de su rostro y tronando dijo: “Hay mucha gente esperando su columna”, casi conllevando un reto, y le dije que mi columna no era tan trascendente como para que alguien la esperara. 

Grave error de mi parte, me visitó computadora en mano y me paseó por una infinidad de fotos y comentarios de un sitio llamado “Facebook”. Me mostró un montón de gente linda, y atrevida, vestida de animales (pronto honraré dicha situación con un artículo sobre la animalidad y la astrología) y me señaló a una señorita joven con collar canino (no me atreví a preguntar) que exigía una columna de mi parte, o sea que tengo una fan, a esa cánida, o felina, llamada Cristina mi gratitud. Por otro lado sé que tengo otra seguidora en la tierra de oriente, La sacerdotisa del Sur del Mundo me contó que espera ávida mis humildes artículos, a esa belleza oriental, Nadia, si no me equivoco así se llama y de la cual mi asistente me ha mostrado varias de sus fotos en Facebook, ah! Si volviera a ser joven… Cuanta belleza exuda la faz rioplatense. 

A ellas, mis fans, va dedicada esta columna. 

Los Cielos y el Calendario

Hoy, en el día de los Santos inocentes y habiendo pasado el solsticio de verano, la luz se expande, se posa en todo, el verano en el hemisferio sur se desarrolla, húmedo y moderado, calmado y solemne, muy alejado de las estridencias de otros años. 

El 2016 nos ha agotado, todo es cansancio y para rematarlo las Gemínidas nos arrollaron con todo su maremágnum psíquico. La familia biológica nos desborda, los amigos nos saturan, el mundo nos atropella con su frenesí y no hay descanso.

Creemos firmemente que ya ha terminado pero, para la astrología primigenia es la antesala del fin, aún nos queda un trimestre del año gobernado por el hermano Sol antes de que decline su poder ante la voluptuosa Venus.Sí, voluptuosa: femenina, húmeda y excitante, sólo maternalizada por la influencia lunar que la matizará este año.

Nuestra astrología, que no sólo es occidental sino universal, se asienta en el Astro Rey, el Sol, siendo la sublimación de todo ritmo astral conocido; mientras que en China, Japón y otros países de la región, se ha desarrollado una astrología basada en la lunaridad  matizada con algo de jupiterianismo.

Así la solaridad define acciones anuales por planeta, cuyos influjos van de otoño en otoño (hemisferio sur), tal cual como ya hemos visto en el año en danza, que está presidido por el Sol. Para la astrología china, cada año está presidido por un signo de su zodíaco y regido por las reglas que le son propias.

¿A qué viene esta engorrosa comparación?

Hace unos días he leído que una joven colega, fruto de la mixtura de saberes de esta época y con muy baja formación en la tradición, acertó a decir que el año 2017 era el año de libra. Este grave error de concepto culminó con una tirada en vivo de Tarot para cada signo. Hemos llegado al fondo de nuestro noble arte y nadie se ha percatado del hecho.
Es gravísimo fomentar la creencia de que un signo en particular influirá a todo un año, dentro del esquema solar que ostenta nuestra astrología milenaria. Sobretodo explicando dicha influencia debida a la posición del júpiter, ¡Increíble!

Un nuevo año

El 2017 nos ofrece un ritmo basado en la cifra 1,“el inicio” o mejor dicho el re-inicio. El final planteado en el 2016, ese omega insidioso e implacable da lugar a un nuevo alfa, un nuevo comienzo de un ciclo vital muy particular, extravagante pero centrado, expansivo pero medido, innovador pero tradicional. La femeneidad astral se conjuga, venus y luna, generando una madre que nos amamantará para que crezcamos fuertes, templándonos el carácter y poniéndonos a prueba para que seamos conscientes de nosotros mismos y de nuestro lugar.

El Sol se despide

El Sol desea dejar paso a su hermano Venus, radiante y orgulloso como siempre, desea retirarse y guardarse en la matriz cósmica de Venus.

El Sol nos ha cocido a llama batiente, nos ha reducido a cenizas de pura blancura y ahora cede su producto a venus para que en su útero cósmico nos geste nuevamente. Su humedad y temple nos re-unirá en la soledad del vientre materno para que la partera luna nos traiga a la Luz en una de las más oscuras noches de nuestra existencia.

Ella, la luna en su ritmo 31, nos parirá como morada de la Madre primigenia que es. Traerá el recuerdo de lo que fuimos (y quemamos con el hermano sol) para transmutarlo en un nuevo ser, ni mejor ni peor, distinto, al cual deberemos descubrir. Época en donde los frutos, los hijos y la creatividad serán el centro de nuestra realización. Para aquellos que practican el noble arte de la Arquitectura Sagrada (Feng Shui, etc), es el castro a proteger, fortalecer y expandir.


Epitafio

Qué triste es escuchar a la siempre amarillista astrología actual, siempre buscando impactar desde lo discursivo. Armando un show de entretenimiento vacuo, ha despojado a la sagrada ciencia del cosmos de su mística ancestral. En algún momento le dedicaré unas líneas más a esta aberrante pseudociencia y sus manifestaciones.

La promesa

Pronto comenzaré un ciclo de publicaciones con artículos específicos sobre cada signo, y hablaremos en particular de lo que nos deparan los astros para cada uno de ellos en este 2017.

Mis mejores deseos para todo el arco zodiacal en este año que se inicia y a todos mis lectores en especial, pero en particular a esas encantadoras jovencitas: Cristina y Nadia. 

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.



Lluvia de estrellas: las Gemínidas





La bóveda celeste late al ritmo frenético de lasGemínidas, su mercurial aceleración conjura una vertiginosa danza estelar que nos impondrá la neurosis cósmica que se ha acumulado durante nuestro arrasador 2016.

Entrarán en escena cerca del 6 de diciembre y se hallarán en su punto máximo de frenesí entre el 12 y el 14 de diciembre.

Las Gemínidas son, de entre las lluvias de estrellas, las más enigmáticas. Poco se conoce de su origen y de la caprichosa actitud que han tomado en las últimas décadas, me refiero a que ha aumentado su potencia y velocidad con el correr de los años.
Aparentemente el origen más plausible de esta lluvia, es un planetoide muerto llamado Phaethon. Esta teoría dice que el asteroide, que no desarrolla cola al acercarse al sol, es degastado por el astro rey y estos desprendimientos serían la fuente de esta peculiar lluvia. Todo este teorizar tan cientificista me obliga a relacionarlo con la mitología Grecorromana.


Phaethon, Apolo y Zeus.

Phaethon alardeaba con sus amigos de que su padre era el dios-sol Apolo y nieto de Zeus (Júpiter). Éstos se resistían a creerlo lo cual enojó a Phaethon que terminó acudiendo a su padre Apolo, quien juró por el río Estigia darle lo que pidiera. 

Phaethon quiso conducir su ígneo carruaje (el sol) durante un día. Apolo intentó disuadirle, Phaethon mantuvo su postura. Cuando llegó el día, Phaethon estaba al mando del carro de fuego y ante la primera maniobra entró en pánico y perdió el control de los caballos blancos que tiraban del carro. Primero giró demasiado alto, de forma que la tierra se enfrió. Luego bajó demasiado, y la vegetación se secó y ardió. Phaethon convirtió accidentalmente en desierto la mayor parte de África.

Finalmente, Zeus fue obligado a intervenir golpeando el carro desbocado con un rayo para pararlo, y Phaethon cayó, ahogándose lentamente en el río Erídano (actualmente Po). Su amigo Cicno se apenó tanto de haber sido el instigador del hecho que deviniera en tragedia, que los dioses lo convirtieron en cisne. Sus hermanas, las helíades, también se apenaron y fueron transformadas en alisos o álamos, según Ovidio, convirtiéndose sus lágrimas en ámbar. Pero la muerte de este Dios no fue instantánea, sigue muriendo en el fondo del río por eso sus hermanas lo siguen llorando a la orilla de su lecho.

Muriendo eternamente hace que su cuerpo se degrade lentamente y en su juvenil capricho sigue culpando a su abuelo por su terrible destino, incapaz de reflexionar va viendo enfriarse su cuerpo, otrora llama del Dios Apolo, en la soledad de las aguas profundas.


La teoría, el mito y la astrología antigua.

Es imposible no correlacionar al mito y la teoría astronómica.

Cuando el asteroide se acerca al astro sol se degrada y los fragmentos viajan orientándose a la tierra, estas saetas se hallan cargadas de una energía primitiva típica del lado oscuro de géminis “la frustración generada por la vanagloria no satisfecha”.

Phaethon es una criatura solar, degradada y envejecida, muy alejada de la jovial presencia de su padre y que por renuncia astral, (ver nuestro artículo sobre el tema) se transforma en una criatura fría envejecida y envilecida por lo odio y rencor.

Esta lluvia traerá una fuerte influencia a los signos duales de la rueda celeste (aquí no nos referimos a los signos mutables o dobles como la astrología exotérica lo entiende sino a los que siguen), que son: Géminis, Cáncer, Libra, Sagitario y Piscis. 

Las Gemínidas afectarán a todo el arco zodiacal pero en especial a los signos duales. La cualidad de la influencia será del tipo disociativa, separativa y siempre geminianamente neurótica. Los opuestos constitutivos de los signos duales se verán separados.

Como en la historia de Phaethon, la peor parte la llevarán Sagitario y Piscis que poseen como regente a júpiter, al cual su joven nieto orientó todo su rencor.

Este movimiento es una verdadera disociación de los opuestos, es un triunfo de la dualidad que lacera lo más íntimo del ser y como toda disociación implica, siempre, una gran cuota de violencia, ya que lo que la naturaleza parió unido las Gemínidas lo separarán por un tiempo.

Un claro ejemplo, y tal vez el más terrible que pueda dar, es sagitario. Nuestros afables nativos de sagitario, siempre felices y alegres, tan entusiastas y expansivos que a veces rayan la forma más absurda de tontera, serán profundamente afectados. Originalmente el signo de sagitario era simbolizado por un centauro (mitad superior hombre, mitad inferior caballo) con su arco apuntando a los cielos y con su parte animal, que poseía un falo, apuntando a la tierra. Luego de siglos de inculto moralismo esta última característica fue borrada de la imagen. 

¿Por qué semejante representación?
El centauro primigenio, Quirón, fue el discípulo médico de Zeus (Júpiter) y uno de los pocos centauros que no se dedicaba al secuestro de doncellas con fines ya conocidos y a la matanza y barbarie típica de su especie. Por ello Quirón fue elegido para representar al signo del rey del zodíaco. Sagitario posee la dualidad del hombre espiritual elevado y del bárbaro proclive a los excesos, especialmente los relacionados a la lujuria y la gula, de los cuales posee un amplio y variado magisterio.

Las Gemínidas escindirán estos dos polos mostrando lo mejor y lo peor del signo, pero a la vez, en plena simultaneidad. Esta ciclotimia típica de géminis (opuesto astrológico a sagitario) no es natural del centauro generándole dolores internos y externos terribles, dolores de parto, parto que no traerá nada bueno a la luz.

Aquellos sagitarianos con grandes responsabilidades, o lo que en astrología se conoce como “coronados” (no confundir con el término alquímico) sumarán al propio dolor el de su progenie (como le ha ocurrido a Quirón, padre de todos los centauros), entendiendo por progenie a aquellos que dependen de él o están bajo su órbita.


Dato curioso

Robert Louis Stevenson, maravilloso y prolífico escritor escocés,  dio a luz bajo el signo de sagitario y en plena lluvia de las Gemínidas, una de sus novelas más populares: “El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde”
No voy a entrar en detalles pero, si quieren saber más de los efectos de la escisión, espero que urgen en la historia original de Stevenson.


¿Cómo afectará esto a los otros signos duales?

Géminis: será el único signo que resplandecerá con las Gemínidas, ya que la energía de esta lluvia los bañará de su propia energía natural, estando acostumbrados a nadar en mares de ciclotimia extrema, neurosis y murmuraciones, no zozobrarán sino que brillarán intensamente ante la locura circundante del resto del zodíaco. Será bueno aproximarse a ellos en estos tiempos, saben lo que se requiere para sobrevivir en esta terrible gesta psico-espiritual.

Cáncer: A los cangrejos los enfrentará a sus dos personalidades, el maternal soñador que no conoce de límites y la criatura herida en su ego por no ser lo que desea ser. Incapaz de moverse en otro sentido que no sea el lateral (ni de frente, ni para atrás, siempre de costado), se verá ladeado por su “yo” sin lugar a dónde huir. No huya céntrese en quién es y no en quien quiere ser. Si es una persona espiritual sabrá que hacer.

Libra: contrariamente a lo que la mayoría de los opinadores seriales de lo astrológico dicen, libra expresa un permanente desequilibrio, necesario para subsistir y crecer. Las dos personalidades de libra se separarán generando inmovilidad en la balanza cósmica de la esfera celeste. La inmovilidad desquiciará a los librianos y buscarán agresivamente que algo los movilice. Paz y paciencia, pronto pasará.

Sagitario: ya hemos dicho demasiado de los centauros, sólo tengan en cuenta cuidar sus hígados y su sueño. Y recuerden siempre que Saturno, el austero místico padre del tiempo, siempre los equilibra.

Piscis: El signo de la superación, la resurrección permanente y el Tao cósmico, sentirá morirse lentamente, abatido y sin fuerzas. Verá a sus sueños como algo lejano inalcanzable.  Recuerden que las Gemínidas los harán sentir lo que sintió Phaethon, esta vez será una ilusión y se verán librados en poco tiempo de este mal. Resistan.


¿Y el resto del Zodíaco?

Aries: Furia, furia y más furia, poca paciencia. Pero poseerá una gran lucidez, déjese llevar por las calmas aguas del devenir. Cuídense de las sirenas del mundo.

Tauro: su proximidad a géminis lo protegerá, intente evitar los pensamientos obsesivos (ideas rumiantes).

Leo: No se desespere habrá tiempo para todo, no se sobrecargue, la aceleración de las Gemínidas lo agotarán.

Virgo: sabe que tiene que hacer algo, sus manos arderán por dar nacimiento a algo nuevo, pero espere a épocas más favorables.

Escorpio: los arácnidos de los cielos, buscarán una presa en quien inyectar su veneno que, en bajas dosis, puede ser uno de los mejores medicamentos. En esta época intentarán inocular sin límites a lo que los rodea. Cuiden sus lenguas que no es otra cosa que su aguijón más preciso.

Capricornio: los vientos de las Gemínidas intentarán dispersarlo pero si se mantiene apegado a su rutina sobrevivirá sin mayores daños. Al rey del tiempo se le intentará robar su presente apuntándolo con su pasado.

Acuario: el fluir de las aguas se verá potenciado por los aires de las Gemínidas, brillarán con un virginal erotismo pero actuarán bajo el capricho del “Yo quiero”.

Recuerden, mis apreciados lectores, que la influencia de las lluvias de estrellas es puntual y no se conjuga fácilmente con las aspectaciones astrológicas que maneja la pseudociencia mundana de lo que hoy conocemos como astrología.

Su mayor manifestación e influencia será el día 13 y 14 de diciembre, estas palabras se refieren a esos días pero la acción de las Gemínidas se harán sentir desde el día 6 hasta el 18 del mismo mes.




Según Heráclito: “El devenir no es irracional, caótico, ya que se realiza de acuerdo con ciertas leyes y proporciones. Este Logos es el mismo para todo y ninguno de los dioses ni de los hombres lo hizo, sino que era y es y será fuego siempre viviente, encendiéndose según medida y apagándose según medida.”

No temamos, siempre todo es por algo, la témpora de verano (hemisferio sur) nos traerá gratas noticias.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista

Introducción a: 
“El Amor en las Esferas Celestes”
Segunda entrega


Agradecimiento
Ayer un amigo se contacta conmigo y me cuenta que Estela (llamémosla así ya que no le gusta ser nombrada fuera de su “audición”, o “programa” como se dice hoy en día), gran divulgadora de la Astrología exotérica, ha leído nuestro artículo y ha hecho un comentario elogioso sobre mi humilde arte a sus muchos alumnos. Primeramente solo puedo pensar en la gratitud a su persona y luego contarle y contarles que este espacio no es fruto de algún escaso mérito que tal vez posea, sino es un espacio de construcción colectiva que Gracias a + MEM o.m es posible, ya que la amplitud de la Obra que me ha sacado del retiro tiene como límite sólo la misma inmensidad. 
Estela querida, mi humilde gratitud, a esa joven de mi edad que extiende tan bello arte.

El soplo elemental
Recordarán que hablamos de los tres ejes o soplos que componen los análisis llamados sinastrías.
Y cito textualmente: “Hay tres ejes (o soplos) de análisis de una carta comparativa: el elemental (tierra, agua, fuego y aire), el natural (energía predominante Masculina, Femenina, Neutra – Ying y Yang, etc) y la posicional (oposición, conjunción, trígono, etc)”.

Hoy me dedicaré al soplo elemental o al llamado elementario.
Para la Astrología tradicional, hay cuatro elementos: Fuego, tierra, aire y agua, y cuatro cualidades (que antes no hemos nombrado): seco, húmedo, frío o caliente.





Los cuatro elementos generan lo que se conoce como la cruz elemental, asimismo las cualidades generan otra cruz, que al superponerse para generar el octaedro mistico-elemental.
La Astrología toma esto de la Cosmología, su Ciencia Madre, que a su vez lo toma de la Alquimia, tema que me supera ampliamente. Quien quiera profundizar en este tema le recomiendo contacte al Alquimista, el Rabí del sur del mundo.




Para nuestros humildes fines, llamaremos a esta conjunción estrella elemental de ocho puntas u octaedro elemental.

A modo ilustrativo veamos como en la iconografía clásica se observan estas formas. El siguiente ícono de la Virgen en su advocación de la “Zarza Ardiente” nos muestra estas potencias en su forma criaturizada.





El elementario astral

Cada carta astral, tenga el objeto de análisis que tenga, posee un elementario como fruto de los posicionamientos de los distintos astros en la rueda celeste.
Ejemplo: Un niño varón, nacido el 1 de diciembre de 1986 a las 18:40 en la Ciudad de Buenos Aires Argentina, su carta arrojará una dominancia acuosa, con mucho fuego y escaso o nulo aire y tierra. Este hombre poseerá una personalidad húmeda, nutritiva y cálida en conjunción con el regente de su signo: júpiter, cuyo fuego no es quemante (a menos que truene), es húmedo, móvil y expansivo.
Otro ejemplo podría ser una joven del 3 de mayo nacida en la ciudad Uruguaya de Montevideo a las 09:15 hs, durante el año 1982. Esta jovencita no posee fuego en su elementario, tiene poca tierra y mucho de aire y agua. Su naturaleza será húmeda, móvil y claramente fría. Casi en empatía con su regente venus.

Un día soleado de verano del 2003, la joven se encuentra de vacaciones en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires y coincide en esas paradisíacas playas con el joven del primer ejemplo. Oh! Que recuerdos, perdón por la digresión pero en el 56 lo más granado de la astrología del momento se reunía en esos parajes, para nosotros fue un adelanto de los lisérgicos 70´s, que suerte para mi prontuario amoroso que la memoria sea tan frágil.
Retomando, este encuentro impacta en los cielos con fecha y hora 6 de febrero a las 00:30 hs (aproximadamente), momento ni húmedo, ni seco, ni frío ni cálido, justamente neutro y equilibrado.
La carta del encuentro generará un espacio propicio ya que no alterará de manera alguna lo que cada uno trae. Un espacio cargado de algún elemento o cualidad podría beneficiar o condenar la relación.

Analicemos lo que tenemos: ambos poca tierra y mucha agua, él mucho fuego y ella poco, el poco aire y ella mucho.
A grande rasgos y muy superficialmente podemos decir que a esta pareja le costará concretar y poner los pies sobre la tierra (ya que carecen de ella) y habrá mucha agua por ello mucho sentimiento a flor de piel, mucho drama no necesariamente pasional, ya que él aporta el fuego-pasión a la relación pero ella lo enfría logrando en la intimidad y en lo vincular un equilibrio ligeramente inestable ya que él la considerará indiferente y ella a él lo sentirá muy absorbente.
Por otro lado ella volará por los aires hacia un horizonte claro, concreto y bien programado; mientras el disperso en los fragores de su fuego saltará de una situación a otra sin solución de continuidad.

Queridos lectores observen como algo tan básico como este análisis cuanto aporta, tan sólo aspectando un eje de la sinastría.



La segunda rueda, la cabalística nos diría como equilibrarlos y la tercera revelaría la forma final de ese amor de pareja, final en el sentido de sublimación.

Para la próxima entrega veremos la interacción de un eje secundario: Venus.

Pronto los cielos nos contarán más sobre el amor astrológico que nos depara este mundo de las sinastrías.
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista






Introducción a: 
“El Amor en las Esferas Celestes”
Primera entrega

Descargo
Pocas cosas en mi vida han sido tan profundamente tortuosas como mi asistente sagitariano, es difícil, terco y muy complejo. Siempre llevado por los vientos jupiterianos más proclives al dantesco furor de lo masivo que al fino arte de lo íntimo y personal.

Debo agradecer siempre a ella, la Sacerdotisa del Sur del Mundo, por tan grato compañero de ruta, cosa que queda compensada ampliamente por su guía, amparo siempre cobijante y comprensivo. 

Este asistente mío, hace ya un tiempo, que insiste en que nunca hablo del amor y los sentimientos según los astros, en esos instantes mi moral queda aniquilada y mi esperanza en la humanidad se pierde, por gracia divina mi esperanza en Él sigue intacta.

Estaba apaciblemente trabajando en unas hermosas líneas sobre una lluvia de estrellas doble las Androméidas y las Leónidas. Pero mi joven asistente, siempre atento a los tabloides, me acerca un artículo de un prestigioso colega, al cual no voy a citar. Al leerlo, mi angustia y mi tristeza se vieron multiplicadas sólo con ver el título: “Cómo se enamora cada signo”, he sido testigo del reduccionismo más atroz, lo que fue un arte Elevado, un arte Sagrado y motivo de la mejor ponderación, reducido a un comentario de feria. ¡Qué dirían los grandes maestros de este noble arte, que diría: Manilus, Ptolomeo, Hermes Trimegisto o el Rabí del Sur del Mundo!

Aunque debo aceptar, muy a regañadientes y para ser justo, que me ayuda como disparador de estas líneas. Sí, puedo afirmar que por culpa de él se perderán el artículo de las lluvias gemelas pero no esta introducción a “el Amor en las Esferas Celestes”.


Los tres vectores o los tres soplos

El análisis de las cartas de dos personas, instituciones, situaciones, criaturas o combinaciones de los anteriores es una práctica muy antigua que deviene en una conclusión de compatibilidad entre las partes, esto es llamado hoy en día: “Sinastría”

Hay tres ejes (o soplos) de análisis de una carta comparativa: el elemental (tierra, agua, fuego y aire), el natural (energía predominante Masculina, femenina, neutra – Ying y Yang, etc) y la posicional (oposición, conjunción, trígono, etc).

Si deseamos saber el grado de compatibilidad (como dice hoy la corriente cientificista de la astrología) o la estrella (como revela la tradición) de una relación en cuanto al perfil amoroso de dos personas (también aplicable a los otros casos), analizamos la posición del planeta regente de cada signo perteneciente a cada sujeto, la posición de venus y de las casas III, VII y VIII, como información complementaria de lo antes dicho.

Pero esto atañe solamente a la primer gran rueda de la astrología (ver nuestro artículo del 08-07-2015, “Aproximación a las esferas celestes”), esto sería una sinastría simple o de primer grado. 

Hay dos ruedas que no suelen ser analizadas, a veces por impericia, desidia o por simple desconocimiento. Me refiero a la Rueda Cabalística y la Rueda Mística.

La Rueda cabalística nos otorga una sinastría trascendente o de segundo grado y la Rueda Mística, a su vez otorga una sinastría de revelación o de tercer grado.

Las tres ruedas giran para formar la gran esfera celeste, la verdadera sinastría, o más bien su forma completa, es la superposición tridimensional de estas esferas. El choque de estos mundos (esferas) da como resultante una tercer esfera plena de conjunciones y oposiciones, algunas serán complementarias, otras se anularán y habrá un tercer grupo de interacciones que generará tensión (no en cuanto a lo tirante, sino más bien de naturaleza eléctrica tipo chispa, que genera empuje, un tropismo bioactivo, movimiento).

El llamativo que si analizamos el fruto de esa relación espejada en un hijo, vemos una profunda similitud entre las esferas que componen la sinastría y la del hijo, a esto llamaremos herencia astral.

En próximas entregas veremos cada punto en detalle pero hoy me contentaré con dejarles más interrogantes que respuestas como puntapié de nuestro tema en cuestión.
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista 





Noviembre 2016
Los asteroides
Especial de Juno

Las fuerzas cósmicas poseen potencias, cualidades, formas y modalidades diferentes, propias de cada una de las tribus celestes a la que pertenecen. No se manifiesta de igual manera (dicha modalidad) para: los siete espíritus planetarios, los espíritus extra-cadena, las lunas planetarias, los cometas, las estrellas fijas o los asteroides.

Hoy me dedicaré a hablar de los asteroides en general y de Juno en particular. A estas extraordinarias criaturas les hemos dado poca cabida en nuestros encuentros virtuales, cuestión que intentaré comenzar a reparar en estas líneas.

Las esferas celestes han manifestado a muchos tipos distintos de hijos, los más potentes son los espíritus planetarios, los centros helíacos de las cadenas del devenir cósmico, luego les siguen en potencia las estrellas fijas y los cometas (de acción breve y aguda); luego se observa que mucho más potente en el tiempo y perdurabilidad que las lunas son los asteroides. 


Cuatro diosas y un centauro

Dentro de los asteroides de relevancia están: Juno, Vesta, Ceres y Palas Atenea, más conocidas como las cuatro diosas y el siempre humilde pero potente centauro, Kirón.

Cada una de estas potencias celestes se manifiesta en la carta astral de la siguiente manera:

Juno: Está relacionada con las asociaciones, sociedades, etc. En particular con el matrimonio. Abarca desde la situación del tipo de pareja que nos atraerá hasta el tipo de pareja que atraeremos. También se relaciona con aquello que nos vincula.

Vesta: representa la orientación y modalidad de la potencia creativa que poseemos y como la manifestamos. Este asteroide marca nuestra inclinación a tal o cual cadena helíaca.

Ceres: es el amor incondicional y el amparo de otro, según el signo en que anide será la modalidad en que se manifieste. Es quien rige el amor parenteral y las separaciones físicas de lo amado.

Palas Atenea: La lucidez psíquica, la capacidad de resolver problemas, es la inteligencia objetiva. Palas es el estratega interno. Mal aspectado es signo de estupidez u oligofrenia.

Kirón: una de las criaturas más maravillosas y mistéricas del cosmos, es el auxiliar médico de Júpiter, pero se halla en relación a la capacidad de curación de heridas psíquicas, espirituales o corporales. Es una sabiduría en estado puro que ha elegido a las estrellas del firmamento en lugar de lo que su naturaleza marca, “lo mundano”. Ya hablaremos de él en otro momento.



Juno en la mitología

Juno o Hera, como la conocían los griegos, es la diosa del matrimonio y quien reina junto a Júpiter sobre todo el panteón de Dioses greco-romanos.
Muchas son las historias que podemos contar sobre la madre de los dioses, que van desde el odio a los troyanos (debido a la infidelidad de Júpiter con un joven y bello príncipe troyano – Ganímedes. Pero esta historia será para otro momento), hasta el culto a la maternidad y a la vida misma que ofrecían sus seguidores a través de las celebraciones a la tríada Capitolina (Padre, Madre e Hija)
Los griegos la llamaban “la celosa” Hera, ya que entre los dioses era la que cultivaba más fuertemente este sentimiento, nacido y anclado en las frecuentes aventuras amorosas de su marido Júpiter.
Innegablemente es una potencia femenina pero no es la plena maternidad de Ceres.
De las cuatro diosas de los asteroides, es la más potente y demandante.
Se asocia, dentro del mundo mineral, a las potencias del olivino y del piroxeno, pero que, por motivos esotéricos, no podré desarrollar en este ámbito.


Juno, el asteroide y la astronomía

Juno es un cuerpo celeste que mora en el cinturón de asteroides que está comprendido entre las órbitas de marte y júpiter.
Es un asteroide tipo S, dice la ciencia actual, o sea del tipo silíceo y que posee una cualidad altamente refractante. Es uno de los cuerpos de mayor masa dentro del grupo que compone dicho cinturón. 
Este espacio entre las orbitas de marte y júpiter, que la ciencia llama “cinturón de asteroides” (con la carencia poética que la caracteriza) es responsable de uno de los epifenómenos más controvertido de la astrología: “la Luz Zodiacal”, del que hablaremos en otra oportunidad.


Los cielos hoy

La diosa madre fija su morada en Sagitario el día 6 de noviembre donde permanecerá hasta el 2 de febrero de 2017. 

Este maridaje natural entre la amada Juno y su amado Júpiter (vestido de sagitario) exige libertad y transfiere esa exigencia a todo el zodíaco. Esta libertad impone ciertos condicionantes: poseer una visión unificada de un futuro compartido, un mismo horizonte, y un amor leal que se desarrolle y crezca. 

Tendremos la necesidad de asociarnos a otros con creencias similares, buscando en lo trascendente, ya sea en la religión, en la antropología o en la filosofía para ayudarnos a comprender mejor eso que nosotros mismos somos, eso que se “es”. 

Sagitario dice mucho, necesita hablar, comunicar mientras que Juno escucha y atesora. Para las parejas, sociedades o asociaciones debe darse esta comunicación permanente, de alguien que dice y de un otro que escuche, pero para llegar a buen puerto se requiere que sea recíproco entre las partes, ya que los riesgos de esta aspectación son los celos y la desconfianza. Si el protocolo que impone Juno no se cumple sobreviene la ruptura, el desastre y la calamidad en sus diferentes grados.

Esta unión comenzará con un atípico lecho nupcial: la Luna en Acuario (sólo por unos días) tendremos la necesidad de desprendernos de lo que no consideremos trascendente o perdurable, esto incluye especialmente a la relaciones.

En Resumen

Este fecundo periodo no es expansivo pero nos trae la profundización del amor existente, siempre y cuando se asiente sobre la verdad y el compromiso. Juno es implacable con la traición y la infidelidad, es capaz de desatar tempestades y desastres sobre aquellos a los que cela y sobre los seres que sustentan ese celo. 

Época ideal para viajes románticos, ya que la naturaleza sagitariana se potencia, desbordando sobre todo lo creado, es vida en movimiento que une todo lo vivo y amplifica lo que anida en los corazones. 

Desprendimiento y nuevos rumbos para todo aquello que no se halle en sintonía con este horizonte.

Pasión y Amor para todo aquello con un mismo destino y en un mismo espíritu. 
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista 


Lo que nos trajo el Equinoccio de primavera
22 de septiembre del 2016
(Otoño para el hemisferio norte)




Llegada la hora

Hace muchos años que los equinoccios no nos vienen trayendo buenas noticias, o tal vez no hayan sido los mejores aspectados. Este Equinoccio es un puente entre realidades, es el viento suave y templado que llama a la naturaleza a festejar a la vida misma. Hoy no lloramos sino que nos preparamos para el festejo, pero en guardia para que no se malogre.


El Cielo

Alrededor de las 14:21hs del 22 de septiembre alcanzaremos el equinoccio de primavera (otoño en el hemisferio norte, 11:21 hs UTC), las horas luz han encontrado el equilibrio con las horas de oscuridad pero es sólo un punto de partida de una carrera en pos de que la Luz detenga el avance de la oscuridad reinante.

Asciende la primavera bajo el imponente Sagitario, el centauro prepara la celebración cómo sólo él sabe hacerlo.

Saturno continúa guardándose en sagitario para que lo siga templando, ya que el frío que ha acumulado en escorpio sigue enlenteciendo su devenir cósmico.

El verborrágico mercurio potencia en la casa 10 al nodo lunar norte conjuntamente con el punto de fortuna traduciéndose en que la fuerzo que necesitemos para enfrentar el desafío por venir vendrá de mano de una figura de autoridad en nuestras vidas.

Júpiter, venus y el sol en libra desencadenarán el florecimiento todo lo que sea relaciones, asociaciones y conexiones interpersonales. 

El biquintil entre la luna y la luna negra nos llama a prestar especial atención en el aspecto contensor-maternal que está en riesgo, la receptividad de la luna puede trocarse en la voluptuosa lujuria de la luna negra. Por otro lado el trígono de Neptuno con la luna negra lleva a que el producto de la tensión entre las lunas, nazca desde lo profundo y se manifieste con esa misma profundidad. 

Con Marte anidando en la primera casa y ascendiendo junto a Sagitario otorga un gran poder de afirmación y autodeterminación. El riesgo es que este torrente natural, este poder no esté bien encausado y desencadene un engrosamiento del ego. Esta energía es contenida y moderada por Quirón que anidando en piscis otorga cierta necesidad de comunión con lo creado.

Lo que se impone

La oscuridad no se retirará sin reclamar a su presa. Aun viéndose vencida buscará que arrastrar, desgarrar y ultrajar ala entraña misma de la vida. 

Pero algo ha cambiado, los astros señalan “la Fiesta”, algo se está gestando y dará sus frutos a mediados de octubre, cuando la naturaleza celebre la Madre primigenia, que está viniendo. Lo creado se prepara para florecer como nunca antes lo ha hecho, la Común-Unión se va gestando al amparo de Quirón en Piscis para Celebrar a la Madre Vida.

Pronto, muy pronto, los Cielos y la Tierra festejarán…

 A Ella, “La Todo”

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista





Eclipse anular de sol
1 de septiembre del 2016
Camino al equinoccio 


“La luna se casó con el sol
y dio a luz un niño
que el cielo llevó …”
Fragmento de “Unidad” –
+MEM o.m– Cancionero Mariavita



Eclipsados ante la alianza cósmica del sol y la luna nos preparamos para el equinoccio por venir.
Alrededor de las 6:13hs (UTC) del 1 de septiembre tendremos el inicio de un eclipse anular de sol, eclipse que se da sobre una luna nueva en Virgo.
Este eclipse establece el principio de un nuevo ciclo, viene a preparar el punto de equilibrio entre la luz y la oscuridad, que se dará en el próximo equinoccio.


La rueda celeste

El Nodo lunar norte en Virgo y el Nodo lunar sur en Piscis funcionan como faros. Nos muestran que el camino del servicio, o la ayuda a quien más lo necesite y requiera de ese auxilio, será nuestro eje de acción en nuestro peregrinaje hacia el equinoccio.
La nublazón de un mundo cada vez más artificial requiere poder distinguir entre lo que merece ser conservado y cuidado y lo que no.
El reto consiste en aplicar la emotividad y ternura piscianas al aprendizaje vivido a través de los canales de servicio de Virgo que ha anidado en hermano Sol.
Por otro lado Marte y Saturno hacen nupcias otorgando a este eclipse un gran poder constructivo y productivo, habrá eficiencia y eficacia para desarrollar las tareas. Esta conjunción cierra la “T cósmica” de la oposición del sol - luna con el profundo Neptuno aportando grandes cantidades de vitalidad y así neutralizando el gran consumo energético de esta figura. (Ver artículos anteriores sobre la “T cósmica”) 
Pero los maridajes continúan con: Venus, Júpiter y Mercurio que nos otorgan un “ménage à trois” bastante impropio de ser detallado en este blog pero cuya fuerza amatoria y expansiva no es otra cosa que una explosión de magnitudes cósmico-estelares, rutilante, imparable y de irrefrenable frenesí. No podría con palabras narrar lo que este particular stelliumgenera y propicia, debo decir que ya está actuando desde el 28 de agosto con las nupcias de Venus y Júpiter, plenificándose con el polar mercurio a partir del 30 del mismo mes. Digamos que aquellos solitarios, que desean dejar de serlo, encuentran en estos días el momento ideal para dejar la soledad pero recuerden que el vertiginoso maremágnum de libido y éxtasis teñirá a esas relaciones durante toda su existencia, ya que, una relación iniciada bajo este influjo tendrá cómo gran desafío transmutar el sexo desenfrenado, que las vio nacer, en amor trascendente. 


Virginalidad y servicio

Un eclipse solar sobre una nueva lunación potencia el efecto de esa lunación, en este caso es una luna nueva en Virgo.Virgo es el signo del servicio, servicio que a veces se pone a disposición de un bien superior donde todo cobra sentido y se plenifica. No es casual que la Madre Primigenia naciera bajo esta constelación. 
Un mal Virgo, declinante y envejecido se pone al servicio del propio ego o del ego de un igual. Ego de por medio, se pierden los más elevados fines de Virgo, se manifiesta la traición a la verdad íntima del ser y de su devenir superador.
Esta luna manifiesta en cada ser a quién servimos, o a qué nos hemos puesto a servir. Innegable la verdad, nos arrasa y doblega. Se manifiesta el entendimiento en el estado más puro. Cuanto mayor sea nuestra fuerza de negación más fuertemente nos arrollará. 
Siendo que el sabio Quirón, auxiliar médico de Júpiter, está en piscis y en oposición al Sol, esta negación (de existir) se traducirá en el cuerpo. Mientras que la plena aceptación nos traerá el suave temple de la siempre jovial vitalidad jupiteriana.


Expansión y Amor

Época en que intentaremos tomar el control de todo lo que se encuentre a nuestra mano, pero sólo seremos capaces de navegar en estas aguas sinuosas dejándonos llevar por aquel superior en quien hemos puesto nuestra esperanza y confianza. Pero si conduce el ego naufragaremos ineludiblemente.
Los astros nos proponen una alianza solar con nuestro servidor interno que jamás deberá ser pervertida o confundida con el servilismo, ya que en esta alianza radica toda libertad.
Amor y servicio, el fin de la soledad, un cuerpo fundiéndose en el éxtasis divino del devenir cósmico del ser antes del ser y el mundo al acecho, intentando banalizarlo todo.             
Virgo canta bellamente el susurro de los ruiseñores celestiales frente ante el altar solar del Creador. Los iniciados comprenderán, mientras el resto no podrá negar lo que siente.
No hay lugar para egos, no hay lugar para oscuridades, no hay sombras, sólo la melodiosa voz de la virginal mañana que se sume en la plenitud de su ser.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.

18 de agosto de 2016
Lo que dejó el Eclipse

La introducción

Alguna vez hemos escrito que: “Los eclipses suelen ser leídos por los astrólogos como meras conjunciones, mas, hay detrás de ellos una polarización de las influencias que las pueden profundizar o anular.”
Este eclipse parcial de luna o penumbral, comenzará a las 09 horas 24 minutos y finalizará a las 10 horas 00 minutos UTC (Tiempo universal coordinado). El máximo del eclipse penumbral será a las 09 horas 42 minutos (6:42 hs de la Argentina). Será visible en América, Oceanía y extremo este de Asia.
Verán que este eclipse penumbral funcionará como una lupa, aumentando el efecto de la configuración astral del momento.

Los Cielos

La oposición del Sol en Leo (fuego-fuego) con la Luna en Acuario (agua-aire) nos da una pista de la potencialidad que manifestará y amplificará el eclipse. Esta díada de conjunciones es conocida como Espíritu-Alma. El Sol en Leo es el alma, lo que nos individualiza, lo que nos hace únicos e irrepetibles y La luna en Acuario el Espíritu, lo que nos une y nos iguala. Esta dupla es conocida como la “Orientación Divina” o flecha de vida. Se manifiesta “lo único” de cada ser, pero para engrandecer a la comunidad o como diría la Gran Maestra del Sur del mundo, la Común-Unión.
Esto, de por sí sólo, es parte del paraíso que depara este eclipse, pero no todo lo que brilla es oro. Urano entra en conjunción, luego de 90 años, con Eris un planeta enano de mayor tamaño que Plutón. Eris es la Discordia y la madre de los males:Ponos (Pena), Lete (Olvido), Limos (Hambre), Algos (Dolor), las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Fonos (Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Odios (Neikea), las Mentiras (Pseudologos), las Anfilogías (Ambigüedades), Disnomia (el Desorden) y Ate (la Ruina y la Insensatez).
Eris se une al tiempo Urano (Cronos) en Aries, cuyo regente Marte (Ares) que es su compañero y aliado primigenio, para así traernos la discordia y la ira ancestral intentando brillar en soledad sin ningún tipo de asociación o comunidad.
Volviendo a nuestra oposición Sol-Leo y Luna-Acuario podemos ver que se presenta entre ambos polos de la oposición una cuadratura que posee una conjunción entre Saturno y Marte en Sagitario. Esta cuadratura genera una polaridad en la personalidad entre lo mundano y lo trascendente por parte de Saturno, potenciado en gran medida por estar anclado en Sagitario cuya polaridad radica en esta energía que nos trae Saturno. Marte no hace un aporte que equilibre la situación, más bien la potencia con falta de claridad mental e irascibilidad desmedida.

La figura formada por esta cuadratura y la oposición se llama “T cósmica” (ver nuestro artículo de la Témpora y el año nuevo astrológico – Año 2016)

Se completa la puesta la escena con Júpiter en Virgo, en oposición a Quirón en Piscis, que no es otra cosa que la búsqueda de la iluminación a través del desborde experimental de la vida. Los grandes fines, los más altruistas horizontes y las mejores intenciones, pero me pregunto: ¿A qué costo?
Venus en Virgo, custodiada por los centauros y Júpiter, elige un celibato con cierto dejo de amargura e ira pero tendiente a buscar la belleza trascendente interna, dejando la naturaleza superficial de Virgo que naturalmente se orienta a lo físico-externo.

Cóctel de eclipse de Luna

Esta extraña mezcla nos depara una de las bebidas más amargas pero vigorizantes de nuestra experiencia en este año astral.
Podemos decir que están en juego varios elementos: el brillo propio (una forma muy narcisista de lucimiento), el bien común, la discordia en la comunidad, la ira (producto de la frustración de los deseos no cumplidos), lo mundano, lo trascendente, la iluminación personal, la iluminación de una comunidad, el celibato autoimpuesto (espiritual y físico) y lo gregario.

La síntesis

Tal vez la idea-imagen que más representa este momento es “La Gesta”, un conjunto de personajes principales luchan desde sus descollantes virtudes por el bien común, no hay personajes secundarios, no hay grises, sólo Luz y oscuridad. Si alguno de nuestros héroes duda o sucumbe a la ira o a la discordia que aporta Eris (o alguno de sus hijos) caerá en la más profunda oscuridad del mundo presa del narcisismo más humillante y denigrante, que insatisfecho de la realidad que no lo honra suficientemente, se tornará en celos y envidia. Una vez corrompido el individuo: las comunidades, familias e instituciones correrán el mismo riesgo de caída. Cabe aclarar que este final fatal ocurre, a la Común-Unidad, de no poseer una fuerte guarda sobrenatural.
Sólo centrándose en el núcleo del bien común se podrá superar la amplificación astral del eclipse penumbral de Luna. 
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista 

Las lágrimas de San Lorenzo

Desde la profunda noche del cósmico centro de la estrella beta de Perseo, llegan las lágrimas de San Lorenzo, las lágrimas del abrasado.

Las perseidas, popularmente conocidas como las lágrimas de san Lorenzo, sin duda, son las más populares entre las lluvias de estrellas.
Su radiante es beta-perseidas, sólo observable en el  Hemisferio Norte y son una lluvia de meteoros de actividad alta. 

Aunque son visibles desde finales de julio su mayor actividad se produce entre el 10 y 15 de agosto. En este año se espera que se produzca desde el día 11 al 13 de agosto. 


¿Por qué lágrimas de San Lorenzo?

En los países de tradición católica se conoce a las Perseidas con el nombre de lágrimas de San Lorenzo, porque el 10 de agosto es el día de este santo. En la Edad Media y el Renacimiento las perseidas tenían lugar la noche en que se le recordaba, de tal manera que se asociaron con las lágrimas que vertió el santo al ser quemado en la hoguera.


Beta de Perseus, β-perseida o CAPUT ALGOL

En la constelación de Perseo encontramos la cabeza de la Medusa, allí la estrella beta-perseida, también llamada Caput Algol.

Caput Algol proviene del árabe "Al Ghoul", que significa el mal espíritu, el diablo y más exactamente el que lleva la cabeza del demonio o el que lleva en la cabeza al diablo. 

Algol es una parte de un sistema de estrella doble, su hermana que es más oscura, menos luminosa, gira en torno a ella, es quien oculta la segunda intención de esta díada estelar, la intención oscura.

"Los astrólogos árabes decían que no había que llevar adelante grandes batallas en el momento en que comenzaba el mínimo de la luminosidad de Algol. A pesar de la gran distancia de la eclíptica, la influencia de esta estrella doble es muy fuerte y en la mayoría de los casos muy desfavorable."
Revista Cosmobiología, agosto de 1950 - Dr. Lomer 

Caput Algol lleva a las criaturas (humanos incluidos) a exacerbar los bajos sentimientos la brutalidad y lo siniestro de su ser, especialmente cuando Algol esta en conjunción con Marte o Saturno. 

Debemos aclarar que si la persona es éticamente muy desarrollada con la mala disposición de Algol en su tema natal puede ser en muchos casos la víctima de un delincuente o morir de muerte no natural. Asimismo esta aspectación se reproduce en los pueblos.

La tradición hermética señala que de Algol parten rayos altamente espirituales que solamente pueden ser aprovechados por aquellos que ya están muy en lo alto de su crecimiento espiritual, ya que son capaces de decapitar al demonio que reside en sí.

No vamos a detenernos en el análisis de Caput Algol pero debemos decir que su naturaleza es fuertemente saturnal y ligeramente jupiteriana, ambos declinantes, envejecidos y determinantes.

San Lorenzo llora en el fuego y ruega por la conversión de la humanidad.

Las perseidas no son una lluvia que porte buenos augurios, ya que el bestiario interior se manifiesta, mas no desesperemos porque los santos brillarán con mayor intensidad reflejando la Luz de su Creador, por ello busquemos esos faros, que siendo escasos, van a ser más notorios entre el 11 y el 13 de agosto.

Tiempo de: Purificación, tolerancia y amplitud. 
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista 

9 de agosto de 2016
Estrellas fijas
Fiesta de Qi Xi o Tanabata



El universo resuena con la vida misma, mostrando en los Cielos su cara más benévola, hay magia que mueve secretamente los delicados hilos del devenir astral. El Cosmos como criatura inabarcable da signos de la presencia de quien mueve esos hilos, más sólo el hierofante, ese iniciado guiado por la mano de su Rabí entiende ese devenir como el camino mismo.
Hoy quiero escribirles sobre una de las historias más bellas y terribles de los cielos. Sobre los amantes celestes Vega y Altair o como son conocidos en oriente Orihime y Hikoboshi, la doncella tejedora, la hermana menor de las siete hadas cósmicas y el arriero, el joven pastor de las estrellas.

Las estrellas fijas

Los astrólogos conocemos a estas magníficas criaturas que conforman el plano cósmico del cielo nocturno de la tierra. Sabemos desde tiempos antiguos que no son criaturas inmóviles, cosa que la ciencia moderna ha aprobado en sus cortes inquisitorias recientemente.

El primero en catalogarlas y taxonomizarlas fue el gran Maestro Ptolomeo, este catálogo posee 1022 estrellas pero sólo 60 son tomadas como referentes del devenir creacional. A simple vista desde la tierra se pueden observar alrededor de 6000 estrellas.

Estas estrellas en la carta astral marcan puntos inexorables para quien es objeto de estudio.

Ya hemos hablado de algunas de estas estrellas en otros artículos e iremos incorporando más de ellas en nuestro saber, hoy es el turno de Vega y Altair.


Resistirse es inútil

Cuando un hombre viejo como yo se enfrenta al ímpetu de un joven sagitariano no es de esperar que siempre termine imponiéndose, ya sea por persistencia o por obcecación del joven en cuestión. Este asistente mío, adolece de una  anormal simpatía por la astrología china e insiste en intentar llevarle a este viejo buey la pródiga maravilla de ese zodíaco milenario. En una de sus sagitarianas embestidas, me recordó una bellísima historia de amor y estando cercano a que ese evento se produzca en los cielos quisiera compartirlo con ustedes. 

Qi Xi
Qi Xi, es la fiesta de los Sietes, el día chino del amor o la festividad del doble 7. Los japoneses la llaman Tanabata o fiesta de las estrellas.

Esta fiesta se da en los cielos cuando Vega y Altair se comienzan a acercar y se unen perfecta sincronía, iluminando los corazones de aquellos que los observan.
La fiesta se realiza el séptimo día del séptimo mes de calendario lunisolar de oriente, que se halla desplazado unos 28 días del gregoriano.
Qi Xi o Tanabata, es conocida también como la fiesta de los cinco colores, que sumados a los colores propios de las estrellas dan un siete. Los colores son Naranja, Celeste (azul claro), Amarillo, rojo (carmín) y violeta.
Es una fiesta en la que se realizan pedidos y se escriben en papeles de estos colores atándolos a un árbol sagrado, que puede ser un Sakura (cerezo) o a arbustos jóvenes de bambú, ya sea de las propias casas o de templos.
En la antigüedad china estos deseos eran para pedir habilidades, con lo cual fue conocida también como fiesta de los talentos.

Entre cuestiones de amantes y talentos, algunos de esos deseos, eran un tanto íntimos para detallarlos en estas líneas aptas para todo público.


La historia

Orihime, el hada tejedora e hija menor de Tentei, el Rey Celestial se bañaba con sus seis hermanas en el río. Cerca de allí el pastor Hikoboshi robó, por consejo de su amigo el buey, las vestiduras de las hermanas que estaban en la margen del río, tal acto era sólo una travesura. Al salir de las aguas, las hermanas vieron que faltaban sus ropas y mandaron a Orihime, la menor, a buscarlas. Cuando el arriero ve a la joven princesa se enamora inmediatamente, amor que fue correspondido por ella. En ese instante él le pide matrimonio y prontamente se casaron.

Tentei vió plenamente feliz a su hija por primera vez. El amor entre ambos era tan fuerte que pronto comenzaron a desatender sus tareas, ya que sólo existía el uno para el otro. Ella era la hiladora del rey, quien tejía las vestiduras celestes y él, el pastor de las estrellas.

Furioso, el Rey celestial, separó a los amantes, uno a cada lado del río Amangowa (la vía láctea). El dolor de verse separados para siempre llevó a Origime a rogarle que le permitiera verlo aunque sea una vez al año, conmovido por sus lágrimas y por la intercesión de la Diosa del Cielo, madre de Origime, el Rey le concede el pedido.

Es así como en los cielos el amor de Origime y Hikoboshi resuena en nuestros corazones, el séptimo día del séptimo mes de cada año.

La fiesta de los amantes Qi Xi - Tanabata en 2016

Este año el encuentro se dará el 9 de agosto según nuestro calendario, sus efluvios se sentirán por 7 días desde el 6 al 12 de agosto. 
Los deseos y pedidos deberán ser escritos el mismo 9 de agosto por la noche, para que al salir el hermano sol, los eleve al Rey Celestial.
En esta fiesta es costumbre comer sōmen (fideos finos de arroz en sopa), aunque en la antigüedad estos fideos eran dulces y representaban las hebras entrelazadas de la vía láctea y los hilos del telar de Origime. Representando también, los lazos de los amantes, que aún en la distancia permanecen unidos por los hilos cósmicos.

En Resumen

El Cielo nos ofrece una nueva excusa para que el amor brille en nuestros corazones, no la dejemos pasar. Algún día les escribiré más sobre esta historia pero por ahora centrémonos en este efluvio de amor. Los dejo con un poema clásico que se canta para estas fiestas.


Las hojas de bambú susurran,
meciéndose en el alero del tejado.
Las estrellas brillan
en los granos de arena dorados y plateados.
La tiras de papel de cinco colores
ya las he escrito.
Las estrellas brillan,
nos miran desde el cielo.

Canción tradicional de la fiesta de Tanabata - Japón

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista