Aries 2018


Mercurio
Regente año Astral 2018
(20 de marzo 2018 al 20 de marzo del 2019)


Reseña místico-zodiacal: 

Elemento regente: el fuego joven
Criatura: la chispa
Planeta regente: marte – en el aspecto: guardián y guerrero
Cualidad: Cardinal
Polaridad: masculina (Yang)
Casa regente natural: Casa I
Casa regente del año: Casa XII hasta el 20 de marzo,                  luego casa IX (9)
La piedra: la amatista en sus tonos más claros (en lo                  posible   con raíz de cuarzo y óxido de hierro)
El metal: hierro
El color: rojo


Elementario para el 2017: 

Tierra: 32 %
Agua: 5 %
Fuego: 48 %
Aire: 15 %



Energía para el año: ligeramente Yang (masculina), ausencia de cuadrante n°1, casi nula la actividad en el segundo cuadrante y se observa una gran actividad en los cuadrantes 3 y 4.


Haciendo historia:


La historia cuenta que Atamante, rey de Tesalia, tras quedar viudo (de Néfele, diosa de las nubes), se casa con Ino. Años después el reino sufre una etapa de hambruna y el rey decide sacrificar a Frixo y Hele, hijos de su anterior matrimonio, para terminar esta aciaga época. 

Hermes (Mercurio) salva a los niños entregándoles un carnero alado, con la lana o vellocino de oro, y dotado del don de la palabra. Los niños parten sobre él rumbo a Asia, salvándoles la vida. Durante el viaje Hele cae al mar y se ahoga, dando su nombre a esa región marina, que pasará a llamarse Helesponto. Frixo llega a la Cólquida, cuyo rey Eetes lo acoge y le concede en matrimonio a su hija Calcíope.

En agradecimiento a Eetes, Frixo sacrifica al carnero y le ofrece el vellocino al rey, quien lo consagra a Ares y lo cuelga de una encina en un bosque dedicado al dios, guardado por un descomunal dragón y rodeado por campos donde pastan enormes toros salvajes. En agradecimiento Zeus colocó a Aries en el cielo nocturno.

Según algunos, Aries es una constelación de poco brillo porque el vellocino de oro del cordero se quedó en la Cólquida.



Los arianos son excelentes guerreros, trabajadores incansables y extremadamente capaces en todo lo que hacen. Grandes soldados, grandes defensores y aún más fieles guardianes de lo que ellos consideran sagrado o importante.

En lo negativo poseen una cierta tendencia a menospreciar los logros y potencias ajenas, proyectando en ello una cierta frustración existencial y mucho desdén. Ese lugar lacera su verdadera naturaleza, la guerrera; ese ir hacia adelante a paso marcial, constante y siempre majestuoso. Esta actitud suele estar en relación a una imagen degradada del propio ser, a un complejo de inferioridad que sustenta una actitud de superioridad autoimpuesta para que su psiquismo pueda persistir ante la realidad innegable que se le impone.

Gente capaz de enfrentarse a todo, menos a su psiquismo, que es su archienemigo y némesis. 


Predicción astrológica anual:

Aries inicia su año en casa XII, lejos de su casa I, la natal. Para luego afincarse en la Casa IX (9).

La casa XII (12) es la casa del omega, del fin, de la realización y del destino. Es morada de la fluidez espiritual, de la naturalidad de lo trascendente y de las potencialidades ocultas o desconocidas. 
Representa el plano psíquico, la intuición y el inconsciente colectivo. Es la casa del mundo místico.
Se suele asociar a reclusiones prolongadas en el tiempo ya sean fruto de enfermedades crónicas, encierros o retiros.
En sus bajas aspectaciones es la casa del enemigo oculto, de las debilidades y de lo desconocido: propio y ajeno. Cuando éstas son conscientes, surgen los miedos, complejos e inseguridades.

La casa IX es la casa de la revelación, de las Ciencias Sagradas, de lo lejano y de las alturas celestiales. También es morada de los estudios superiores, la filosofía y la religión (también la espiritualidad)
Casa de placeres corporales y espirituales, de la mente abstracta (no de los sueños), de los ideales superiores y de la comprensión.
En su máxima expresión es la Casa del Maestro y de la trasmisión del conocimiento.
En su expresión más degradada alberga a los moradores de las bacanales más mundanas. 


La casa 12 y la casa 9 parecen afines, ya que ambas son regidas por Júpiter, ambas son casas de lo místico y de lo trascendente, pero no es así. La casa 9 es ígnea, un fuego quemante, pasional y activo. La casa 12 es acuosa, pasiva y sumisa. 

En la casa 9 se da la ciencia de la Trascendencia, su enseñanza y revelación pero la 12 es la praxis del sacrificio, es misticismo en soledad por el bien común.

Y qué decir de la Casa I, la primera, el alfa y plenamente opuesta a la 12. Es la Casa del ascendente, es quien define la personalidad y ese horizonte al que aspiramos.

Los arianos siguen intentando conquistar la casa XII (12) la casa del omega, del fin, de la realización y del destino. Ellos que son un principio, un alfa, un inicio constante, necesitan desesperadamente conquistar los sucesivos omegas que han dejado en su camino. Siendo grandes artífices de lo nuevo, rara vez llegan a terminar algo de lo que han iniciado ya que la adrenalina de esos inicios no es extensiva a los finales. Definitivamente no son criaturas de la conclusión.

Pero el Sol los llevará, el 20 de marzo, durante el equinoccio de otoño en el hemisferio Sur y de primavera en el norte, a encontrarse con la Casa IX (9)
Si bien no pudieron cerrar todas las etapas anteriores tal y como ellos hubiesen deseado, quedaron algunas heridas y algunos traumas enquistados en sus corazones y mentes

La terquedad autoafirmativa de los arianos, que luchó fuertemente contra la disolución del Ego que les ofrecía la Casa XII logró, con algo de su típico capricho adolescente, incorporar un poco de servicio desinteresado. De ese servicio que se les impuso en el anterior ciclo.

La casa XII integró sus opuestos y manifestó, en gran medida, al inconsciente y a los tabúes. Ahora en manos de la casa IX buscará entenderse, entender el ¿Por qué?

Vivirán una época de conocimiento del sí mismo, de cierta egomanía que no les vendrá del todo mal para que descanse un poco su estresada conciencia.

Atesorarán la casa XII pero esperan con ansia algo de autosatisfacción. Es riesgoso en este contexto pastar despreocupadamente en la casa 9, ya que pueden volver a caer en las bacanales que ya los han perdido en otros ciclos.


Tránsitos: 

Visitantes directos de Aries:

Marte: estará ausente durante el 2018 de la morada de su protegido. 

Mercurio: del 6 de marzo al 12 de mayo del 2018. La gran prueba, época para descubrir y concientizar quienes son. 

Sol del 20 de marzo al 19 de abril del 2018. Época de gran brillo personal y de memorables viajes. En especial durante la conjunción Sol, Mercurio y Urano. Gran lucimiento personal.

Venus del 6 al 30 de marzo del 2018. Favorecerá el entendimiento amoroso, época de gran explosión de la libido. 


Posiciones benéficas: 

Júpiter entrará el 8 de noviembre en el paternal Sagitario, trayendo algo de sosiego en tanta turbulencia, generando bienestar y prosperidad. El Sol y Mercurio traerán junto a Júpiter un noviembre y diciembre maravillosos

Urano desde el propio signo traerá un año muy creativo. 

Posiciones negativas:

Marzo, abril y agosto se verán complicados, sobretodo en la salud por la cuadratura de Saturno.

Plutón sigue generando la misma irritación e irascibilidad propia de los últimos años, a la que los arianos son tan proclives.


Posiciones neutras:
Neptuno.

Especial atención: con la lunación del 16 de abril del 2018, vivirá su día de furia (lo cual es mucho para los naturales de la Ira). Cuídense de las salidas fáciles, un día de exceso puede traer una vida de arrepentimiento.


La Refección cósmica: Los arianos requieren de su natural persistencia y bravura para domarse a sí mismos.

Al contrario del año anterior necesitarán exponerse y ser plenamente francos consigo mismos. Luego de un tiempo de purificación requerirán la mística jupiteriana para salir de la autosatisfacción y entrar al goce eterno.

Para equilibrar el elementario requerirán agua, al igual que el ciclo anterior, humedad y nutrición para el cuerpo y el alma. No olviden andar al aire libre para ventilar y disipar el exceso de fuego.

La Casa en que se habita y el lugar de trabajo: el claustro natural de este signo según la arquitectura sagrada es la unión del castro de la fortuna y del uno trascendente (sol-marte), el castro del año es el mercurial: viajes y personas útiles y serviciales. Un castro dialéctico y dinamizador.

Claustros opuestos que requerirán de un mediador. El claustro del centro, la tierra, que viene en auxilio para unir amorosamente lo que está separado. No hay mayor amor para un ariano que el propio terruño (obviamente descontando al propio ser). 

Únanse a los ángeles principados para elevar sus almas al centro del Ser Supremo.


Extracto del Breviario alquímico-astrológico 
Según la Escuela Mística-Astrológica VMRF 
del Padre de los Cielos